Karmele, Javi y Mar.
Se trata de una nueva especie de árbol desarrollada por métodos ecológicos por encargo de la Plataforma por el Parque de Arriaga. Es una variante de la Secuoya cuya principal peculiaridad es el tronco bífido. Esto es, la parte inferior del tronco está dividida en dos apéndices o extremidades, que, a semejanza de las patas de los mamíferos, permite a estos árboles desplazarse y huir de los peligros. Se ha comprobado que ante la presencia de excavadoras, como las que podrían invadir el Parque de Arriaga en unos meses, estos árboles se desplazan hacia lugares más seguros, llegando incluso a presentar comportamientos nómadas en busca de nuevos y más confortables hábitats. Durante los experimentos resultó imposible retener a los especímenes de las fotos en el parque, debido a las cercanas obras del tranvía. Actualmente se desconoce su paradero.
Los vecinos de Arriaga confían en este descubrimiento para poder salvar algunas de las más de 548 especies vegetales en peligro por los planes del Ayuntamiento del Sr. Lazcoz para la estación intermodal, ya que es conocido que, los pocos árboles trasplantables del parque, tendrán una muerte casi segura en las praderas de Júndiz, como ya lo han hecho muchos de sus hermanos en anteriores trasplantes municipales.
